lunes, 24 de mayo de 2010

Quiero gritar Argentina campeón.

Que las miradas de las personas tengan una cebada en cada palabra, amarga como la yerba pero dulce como el río de la plata. Que sepamos que un acto de amor está en un simple “permiso” un respeto que hace años alguien aceptó y lo destacó como un valor. Que José Hernández se cruce con un Gaucho cruz y canten una poesía a mi Buenos Aires querido, para que los hermanos sean unidos y sientan sus raíces en cada paso, en cada suspiro. Que la humildad sea la ley primera para la unidad de las personas. Que se pinten con dulce de leche los colectivos en huelga por tanta injusticia, que podamos levantar la mirada y dar una esperanza a aquellos que no conocieron una zamba. Que un tal fito, un charly y una negra desde el cielo hagan sonar sus tambores, sus teclas, sus cuerdas, su voz y despierten a unos cuantos ciegos, que se ahogan en un billete con su tinta corrida de tantas lágrimas derramadas. Sí, quiero salir a la calle, colmada de palomas, de caminitos, de empedrados escritos con biromes. Sí, quiero salir a la calle, pintarme de celeste y blanco, vestirme con una vincha, bailar con una marioneta, ponerle un bypass al rencor y gritarle al mundo “Argentina campeón” He dicho.

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