sábado, 29 de mayo de 2010

Después de.... hay.

Caminando con amigos ella se sentía feliz. Las caras de ellos se convertían en máscaras perfectas, una compañía exquisita. Casi todos los días ella deseaba estar sola, pero eran esos momentos casi pintados al óleo donde podía disfrutar palabras de otros.
Ya la atención no era para sus amigos, era para otra persona, cuyo nombre no estaba impreso en las líneas de sus sueños pero sí de su corazón.
Él era su hombre, su amor, esos platónicos que sabía inventar muy bien, estaba sentado con su guitarra cantándole al universo y a su gente. Detrás de un árbol ella escondió su cuerpo y parte de su rostro, sólo los ojos estaban desnudos frente a él. Su melodía la atrapaba como a cualquier marinero el sonido de una sirena. Sentía ganas de sonreír y quedarse a vivir en ese momento.
Ella se veía sentada, fumando un cigarrillo, mirando los árboles, esperando algún colectivo que la lleve a alguna parada. Terminó el humo, y sus lágrimas quedaron pegadas en la colilla. No lo vería más. Esto, dio un giro a la historia.
Unas escaleras verdes con pájaros comiendo migas aparecieron delante de sus pies, se descalzó y subiendo agua por agua llegó al último escalón. Sonrió, miró hacia sus costados y encontró una pista, la tomó con sus dos manos, la sacudió, la exprimió, la modificó, y al sólo intento de introducirla en su corazón se convirtió en liquido y se esparció, desapareció.
El se levantó de su silla, se acercó a ella, la miró. Ella lo miró con cosquillas en la panza y sismos en sus pies. Él extendió su mano tibia, sus dedos rozaron los de ellas, choque de estrellas, unión de palmas gemelas, sudor de huellas siamesas. Ella mezcló la miel con el marrón de sus ojos, quedaron congelados. Miró, lo volvió a mirar. Todo terminó en ese lugar, con el calor de sus manos pegadas, apretadas y con la imagen de algún horizonte inventado.
No sabían cómo continuaba la historia, pero ellos conocían que después de lo invisible llegaría un beso.

lunes, 24 de mayo de 2010

Quiero gritar Argentina campeón.

Que las miradas de las personas tengan una cebada en cada palabra, amarga como la yerba pero dulce como el río de la plata. Que sepamos que un acto de amor está en un simple “permiso” un respeto que hace años alguien aceptó y lo destacó como un valor. Que José Hernández se cruce con un Gaucho cruz y canten una poesía a mi Buenos Aires querido, para que los hermanos sean unidos y sientan sus raíces en cada paso, en cada suspiro. Que la humildad sea la ley primera para la unidad de las personas. Que se pinten con dulce de leche los colectivos en huelga por tanta injusticia, que podamos levantar la mirada y dar una esperanza a aquellos que no conocieron una zamba. Que un tal fito, un charly y una negra desde el cielo hagan sonar sus tambores, sus teclas, sus cuerdas, su voz y despierten a unos cuantos ciegos, que se ahogan en un billete con su tinta corrida de tantas lágrimas derramadas. Sí, quiero salir a la calle, colmada de palomas, de caminitos, de empedrados escritos con biromes. Sí, quiero salir a la calle, pintarme de celeste y blanco, vestirme con una vincha, bailar con una marioneta, ponerle un bypass al rencor y gritarle al mundo “Argentina campeón” He dicho.

domingo, 16 de mayo de 2010

Metida a palazos en un mundo de egos, asquerosos narcisistas esperando respuestas de una máquina que escupe luz artificial, bendecida por un señor que sólo pinta sus palabras con un lápiz de mujer gastado. Querido fiel corazón te deseo disculpas. Según cómo me lo tome cada momento tendrá su importancia, y debo confesar que a veces me lo tomo con agua y otras veces con champagne.

sábado, 8 de mayo de 2010

poema 6 de 20.



Me olvido de vos y de todo.
Me olvido que me olvido.
No celes a mis sueños, ellos no decoran tu careta.
No te das cuenta.
Invento novios para escribir poemas.
Construyo castillos para tener un lugar fijo.
No busques explicaciones, ya nada tiene sentido.
Juguemos a que jugamos mirándonos al piso,
sin intentar pisarnos las miradas.
Cambio, no te hablo más a vos, a él:
Licenciado en sueños que sueñan. ¿Dónde encuentro tus miradas con labios de espada?
Quiero casarme con vos ,de blanco como un ángel,
porque los ángeles tienen alas y pueden volar, pero también cuidar.
Cambio.
Me olvido de vos y de todo. No es fácil saberlo.
Llevate tus pantalones con cadenas,
prefiero quedarme allá. Y vos quedarte acá.
Invento para crear invento.
No me celes, me olvido, perdón.
Te regalo mis sonrisas para que combines con tu andar.
No hay cambio.
Cerca es mejor.

domingo, 2 de mayo de 2010

Poema 5 de 20.


Tengo asegurado mis besos,
No te pongas serio con eso.
/Explico/
Tengo en el corazón arlequines
que juegan con cartas documentos.
Lo sé, siempre hacen trampa.
/no los podés ver/
se esconden tras los suspiros.

Los besos pueden ser un invento,
/te digo que es muy posible/
o quizás naturistas, eso no me gusta.
/ hace que lo quite y espante/
Es mucho más simple,
piden a gritos un plus de histrionismo.

¿Y me decís que no juegue con eso?
No te pongas serio con esto.
Un colchón salpicado de silencios
/entiende más/
Quizás, re cita, can ciones!!, con, gu sto, a, salivas (plus)
Deformes, rotos e imperfectos.
/asombrosos/
¿Qué lo tome en serio?
No. Entiendo nada de eso
Cada beso es uno nuevo,
¡Cada beso ¡
/y que quede claro/
Es un invento.

sábado, 1 de mayo de 2010

Lo que me pediste.

Te amo cuando estoy con vos, cuando no... que se le va a hacer. No a vos, al otro vos.

Gracias y hasta luego. Otra copa por favor!

Pd: Me quiero casar y tener dos hijos, primero una nena y después otra nena.

No es con vos.
(La primera que se llame Martina)

Pero antes.

Otra copa por favor!

Lo que pedias.

Mentira, verdad, invento.

Hoy te di el alma en cortes. Soy feliz.